Capítulo 8º.

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Te encontrabas en la habitación de Andy, ya la habían arreglado, tu contemplabas como Andy muy concentrado escribía algo en un folio.

Su mano se movía muy ágil, dibujado con precisión y perfección.

-¡Ya está! -Se levantó de la silla y se dirigió a ti sonriente.

-¡Al fin! -Exclamaste.

Andy rió a carcajadas.

-¡Eres una impaciente! -Te besó en la nariz mientras que te echaba en su cama y se tumbaba encima de ti.

-¡Y tu un tardón! -reíste.

-Eso no es verdad... -Dijo besándote en la boca entrecortadamente.

-Si que lo es, cariño... -Le besaste la nariz.

-Te amo... -Te besó en la boca lentamente.

Tu le sonreíste.

Andy acarició tu cara lentamente con las yemas de sus dedos.

-No ocurrirá otra vez lo mismo ¿no? -Preguntaste asustada.

-Esta mañana maté a los suficientes como para que no vuelvan en una semana -Te empezó a besar el cuello.

Reíste porque te hacia cosquillas.

-Pequeña... -Te susurró al oído y te besó en la boca.

-¿Si?

-Ahora no me debo separar de ti... -Te miró a los ojos.

-¿Por qué? -Ladeaste la cabeza.

-Porque te vieron conmigo y piensan que eres una de los nuestros...

-Ojalá...

-No sabes de lo que hablas.... -Andy te miró con sus preciosos y azules ojos.

-Perdona... mi intención no era que te enfadaras... -Te mordiste el labio.

-Pequeña, no me he enfadado -Te sonrió. -Sería incapaz de ello...

-Te quiero... -Dijiste sonrojada.

-¿En serio? -Andy sonrió.

-Si -Lo besaste.

Andy te siguió el beso apasionadamente, se quitó la camiseta, dejando al descubierto un prefecto pecho de guerrero. Enseguida se apresuró a retirarte también la tuya.

Andy te besó el vientre, y luego te acarició delicadamente los senos por encima del sujetador.

-Quisiera haber sido yo el que te hubiera arrebatado la virginidad en vez de aquel tal Iván... -Refunfuñó Andy.

-Tonto... haber aparecido antes... -Sonreíste y lo besaste.

-Da igual ya... -Sonrió.

Andy se quitó el pantalón y tu hiciste lo mismo, te mordió el labio lentamente.

-Te voy a hacer el amor como nadie te lo ha echo nunca... al estilo demoníaco... -Sonrió mientras que tiraba tu sujetador hacia un lado de la habitación.

-Tonto... -Lo besaste y él acarició tus pezones con la yema de los dedos, haciendo que gimieras.

Rápidamente Andy se deshizo de la ropa interior que te quedaba y que le quedaba dejando al descubierto su enorme miembro, que cada vez que lo rozaba con tu feminidad, vibraba y se hacía más grande.

Andy te penetró lentamente y se colocó encima de ti.

Te besó en la boca y tu mordiste su labio para no gemir.

Andy aceleró el ritmo haciendo que soltaras un gran grito de placer mientras clavabas tus uñas en su espalda, Andy gemía en tu oído.

-Puedo hacer que llegues al orgasmo en segundos... -Dijo entre jadeos y gemidos.

Andy aumentó el ritmo y soltó un gemido desde lo más profundo de su garganta.

Aumentó aún más, nunca habías visto a nadie humano moverse como aquél demonio, de aquella manera tan rápida y sensual, efectivamente llegamos los dos a la vez al orgasmo, pero Andy en vez de parar, lo que hizo en aumentar mas el ritmo haciendo que tuviese otro enorme orgasmo y que clavaras las uñas en la espalda de Andy.