domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo 18º.



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Estoy colgado de un maldito árbol, junto a Dakota, la cual no para de mirarme sonriente y me enseña sus sensuales piernas alzando ligeramente el vestido que lleva.
-¡Joder! ¿Cuando piensa salir? -Dije.
Estamos esperando a que un demonio, salga de su casa, este demonio se llama Adeon, hace un siglo trabajábamos juntos, pero el cambió cuando me enteré de que él había sido el malnacido que había quemado vivos a mis padres, y ahora era la hora de vengarme. Dakota se había ofrecido a ayudarme después de que se lo comunicara a todos en la cocina, bueno... a todos no, porque _______(tn) se encontraba enfurruñada en su habitación, no sé lo que le habrá pasado, pero cuando intenté entrar a su habitación me enseñó los colmillos de una manera tan agresiva que no he vuelto a entrar a su habitación.
-¡Ahí está! -Dijo Dakota sacándome de mis pensamientos.
-Vamos allá... -Susurré antes de saltar de árbol.
Adeon se asustó muchísimo de vernos allí, puesto que ya nos conocía.
-Otras vez nos volvemos a ver, hijo de puta... -Le dije mientras sonreía y le enseñaba los colmillos.
-Vas a pagar -Le dijo Dakota con su sensual voz.
-¡¿Qué coño hacéis aquí?! -Nos pregunto él asustado.
-Hacer justicia -Le dije cogiéndolo del pelo y cortándole una oreja con mis garras.
Adeon soltó un alarido.
Dakota lo cogió con sus delgados brazos y lo pegó a la pared de su casa.
Cogí una navaja de mi bolsillo y al la vez que Dakota, se la clavé en la mano, dejándolo colgado de la pared.
Adeon volvió a gritar de puro dolor.
-Te haré lo mismo que tu le hiciste a ellos... -Susurré mientras sacaba un mechero del bolsillo y encendía la llama.
-¡Adiós! ¡nos veremos en el infierno! -Dijo Dakota mientras veía como se quemaba poco a poco.
Salimos de allí andando lentamente hacia un río cerca de allí. Allí me senté en el pasto y contemplé como las estrellas se reflejaban en el agua.
-¡¿Por qué todo en este puto mundo es tan bonito?! -Exclamé tumbándome en el pasto.
De repente vi como Dakota se sentaba encima de mi y me sonreía.
-¿Qué haces? -Dije desganado.
-Te he echado mucho de menos... -Se mordió el labio e introdujo sus manos por dentro de mi camiseta, haciendo que la piel se me pusiese de gallina.
-¿Y...? -Fruncí el ceño.
-Vamos, Andy... diviertete como lo hacíamos antes... -Dakota cogió mi manos y las  colocó en sus piernas.
Yo se las acaricié suavemente.
-Así es... -Dijo Dakota desabrochándome el pantalón.
Paré.
-Sabes que no puedo hacer esto... y por eso me dices que lo haga... -La miré con semblante tranquilo.
-Venga, Andy... déjate llevar... -Dakota me mordió el labio, y luego empezó un apasionada beso, sentí como introducía su mano en mi bóxer poco a poco, hasta que tocó mi miembro, el cual ni se inmutó.
Cogí la mano de Dakota y se la saqué del pantalón, luego la cogí de la cintura y la tumbé en el pasto.
-¿Qué te ocurre...? ¡Tu nunca te niegas! -Empezó a besarme la oreja.
-Dejame, Dakota... -Echándome hacia un lado.
-Vamos... quiero sentirte...
-Pues yo no. -Dije secamente.
-¡Andy! ¡¿Por qué?!
-¡Porque tengo novia! ¡¡Y la amo, Dakota!! -Grité, después me levanté del pasto y me metí las manos en los bolsillos.
Inicié el camino a la mansión.
-¡Andy! -Oí que Dakota me llamaba.
Me limité a ignorarla.

Capítulo 17º.



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Tu cuarto tenía las paredes totalmente negras, tenía pintadas florecillas de color blanco, y toda tu ropa yacía en un hermoso armario color blanco.
Tu cama estaba pegada a la pared porque tenía un gran y hermoso cabecero a juego con el armario. 
Pero hubo algo que te extrañó, al lado de el armario había una puerta de aproximadamente 170 centímetros de alto, pintada de color dorado.
-¿A donde conduce esa puerta tan bonita? -Le preguntaste a Andy ladeando la cabeza.
-Eso es lo mejor de la habitación -Sonrió y se acercó a la puerta, la abrió -Cuando abras esta puerta entrarás a la mía -Sonrió.
-¡Que heavy! -Exclamaste y metiste la cabeza por la puerta, efectivamente vi la habitación de Andy.
-Por eso está al lado de la mía -Rió.
-¡Me gusta mucho! -Lo abrazaste muy fuerte y le te agarró de la cintura.
-Ya veo que valió la pena partirse un ala -Sonrió.
-¡¡¿Un ala?!! -Exclamaste asustada.
-Es un dicho, ______(Tn) -Rió a carcajadas.
-¡Que susto me has pegado! -Sonreíste.
-Veo que te preocupas por mi... -Me dio un pequeño beso en la boca.
-No quiero que te partas nada -Alcé las cejas y sonreí.
Andy se rió de mi carca.
-Gracias, pequeña -Andy te lamió y mordió el labio.
Le guiñaste un ojo y lo besaste.
Tocaron a la puerta.
-Adelante -Dije.
-Andy, te está llamando Jinxx -Dijo Dakota pasando dentro del cuarto.
-¡Que inoportuno es siempre! -Refunfuñó Andy mientras salía del cuarto.
Dakota me me miró con los ojos entonados y luego miró mi dormitorio.
-Tienes un dormitorio muy bonito... -Dijo mirándolo.
-Gracias -Sonreí.
-Que pena que sea para alguien tan feo... -Sonrió con aire de superioridad y se cruzó de brazos.
-¿Por qué no te vas ya...? -Ladeaste la cabeza.
-Porque tengo ganas de joder -Rió.
-Ah... que simpática... -Dijiste sarcásticamente.
-¿Eres un demonio? -Me miró.
-Mitad y mitad... 
-¡Por dios! Que horror... -Puso cara de asco.
-Pues te advierto que te puedo arrancar la cabeza desde aquí... -Te cruzaste de brazos.
-¿Sabes trucos de ángeles? 
-¡Muchos! -Te sentaste en la cama.
-No sé como es que Andy quiere a alguien tan feo y repugnante... -Dijo encogiéndose de hombros.
-No se si te estás dando cuenta, ¡pero te estás describiendo a ti misma! -Asentiste varias veces.
-Lo dudo... al menos soy atractiva -Sonrió y miró al suelo.
-Huy, si, claro... claro... -Sarcástica.
-¡¿Qué coño te crees?! -Gritó de repente.
-¿¡Y tu!? ¡Sal de una maldita vez de mi dormitorio! -Dije levantándome de la cama y apretando los puños.
-Me dan ganas de partirte tu asquerosa cara solo de verte... -Te dijo acercándose a ti con paso lento.
-He dicho que te largues... no quiero discutir -Entornaste los ojos de manera desafiante.
-Pues yo si -Apretó la boca.
-Zorra... 
-Eso no es lo que Andy me decía cuando hacíamos el amor... -Sonrió malvada.
-¡¿Qué coño dices?!
-¡Lo que oyes! Andy esta conmigo... pero como estaba de viaje necesitaba a alguien con quien saciar sus necesidades... y te escogió -Dijo Dakota mientras se acercaba un más a ti.
-¡He dicho que te largues! -Dijiste gritando.
-Bueno... me voy a preparar... esta noche Andy no estará contigo... sino conmigo -Antes de darse la vuelta te guiñó un ojo.
Te dieron ganas de probar un hechizo que te enseñó Christian hace una semana.
Entornaste los ojos y ladeaste la cabeza, te estabas concentrando al máximo.
En ese momento Dakota fue alzada por los pelos y lanzada por la ventana entreabierta de tu habitación. 
Te asomaste a la ventana.
-¡El camino es por ahí! -Le gritaste desde arriba y cerraste la ventana con rabia, haciendo que te rajase un poco el cristal.
Luego cerraste la puerta dando un portazo.
Te sentaste en tu cama con los dientes apretados.
Andy entró a la habitación con los ojos como platos.
-¡¡¿Qué coño ocurre?!!