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Estoy colgado de un maldito árbol, junto a Dakota, la cual no para de mirarme sonriente y me enseña sus sensuales piernas alzando ligeramente el vestido que lleva.
-¡Joder! ¿Cuando piensa salir? -Dije.
Estamos esperando a que un demonio, salga de su casa, este demonio se llama Adeon, hace un siglo trabajábamos juntos, pero el cambió cuando me enteré de que él había sido el malnacido que había quemado vivos a mis padres, y ahora era la hora de vengarme. Dakota se había ofrecido a ayudarme después de que se lo comunicara a todos en la cocina, bueno... a todos no, porque _______(tn) se encontraba enfurruñada en su habitación, no sé lo que le habrá pasado, pero cuando intenté entrar a su habitación me enseñó los colmillos de una manera tan agresiva que no he vuelto a entrar a su habitación.
-¡Ahí está! -Dijo Dakota sacándome de mis pensamientos.
-Vamos allá... -Susurré antes de saltar de árbol.
Adeon se asustó muchísimo de vernos allí, puesto que ya nos conocía.
-Otras vez nos volvemos a ver, hijo de puta... -Le dije mientras sonreía y le enseñaba los colmillos.
-Vas a pagar -Le dijo Dakota con su sensual voz.
-¡¿Qué coño hacéis aquí?! -Nos pregunto él asustado.
-Hacer justicia -Le dije cogiéndolo del pelo y cortándole una oreja con mis garras.
Adeon soltó un alarido.
Dakota lo cogió con sus delgados brazos y lo pegó a la pared de su casa.
Cogí una navaja de mi bolsillo y al la vez que Dakota, se la clavé en la mano, dejándolo colgado de la pared.
Adeon volvió a gritar de puro dolor.
-Te haré lo mismo que tu le hiciste a ellos... -Susurré mientras sacaba un mechero del bolsillo y encendía la llama.
-¡Adiós! ¡nos veremos en el infierno! -Dijo Dakota mientras veía como se quemaba poco a poco.
Salimos de allí andando lentamente hacia un río cerca de allí. Allí me senté en el pasto y contemplé como las estrellas se reflejaban en el agua.
-¡¿Por qué todo en este puto mundo es tan bonito?! -Exclamé tumbándome en el pasto.
De repente vi como Dakota se sentaba encima de mi y me sonreía.
-¿Qué haces? -Dije desganado.
-Te he echado mucho de menos... -Se mordió el labio e introdujo sus manos por dentro de mi camiseta, haciendo que la piel se me pusiese de gallina.
-¿Y...? -Fruncí el ceño.
-Vamos, Andy... diviertete como lo hacíamos antes... -Dakota cogió mi manos y las colocó en sus piernas.
Yo se las acaricié suavemente.
-Así es... -Dijo Dakota desabrochándome el pantalón.
Paré.
-Sabes que no puedo hacer esto... y por eso me dices que lo haga... -La miré con semblante tranquilo.
-Venga, Andy... déjate llevar... -Dakota me mordió el labio, y luego empezó un apasionada beso, sentí como introducía su mano en mi bóxer poco a poco, hasta que tocó mi miembro, el cual ni se inmutó.
Cogí la mano de Dakota y se la saqué del pantalón, luego la cogí de la cintura y la tumbé en el pasto.
-¿Qué te ocurre...? ¡Tu nunca te niegas! -Empezó a besarme la oreja.
-Dejame, Dakota... -Echándome hacia un lado.
-Vamos... quiero sentirte...
-Pues yo no. -Dije secamente.
-¡Andy! ¡¿Por qué?!
-¡Porque tengo novia! ¡¡Y la amo, Dakota!! -Grité, después me levanté del pasto y me metí las manos en los bolsillos.
Inicié el camino a la mansión.
-¡Andy! -Oí que Dakota me llamaba.
Me limité a ignorarla.