viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo 13º.




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Después de que Christian se fuese subiste al dormitorio de Andy.
Cuando abriste la puerta, un dardo cayó a poco centímetros de tu brazo, clavándose en el marco de la puerta.
Andy se encontraba tirando dardos a la puerta de su dormitorio, estaba sentado en su cama y tenía los ojos con un azul brillante.
-Andy... lo lamento... -Dijiste cerrando la puerta a tu paso.
-Cállate... -Dijo Andy tirando otro dardo fuertemente en tu dirección. -Ya esta todo dicho...
-¡No lo está! -Te acercaste a él y cuando se disponía a tirar otro darlo lo paraste.
-¡Maldita sea! -Exclamó Andy levantándose de la cama y acercándose al máximo a ti, te miraba a los ojos y sus narices rozaban. -¡¿Qué coño quieres que hablemos?! -Susurró enfadado.
-No quiero  que estés enfadado conmigo... -Tus ojos se empezaron a llenar de lágrimas.
-¡Maldita sea, ______(tn) me has apuntado con una puta flecha para defender a un ángel...! -Andy tragó saliva y notaste que su respiración se aceleraba.
-¡Lo sé y lo siento! -Exclamaste dejando caer una lágrima por tu cara.
-Solo quiero que me digas una cosa... -Andy acercó su cara mas a la tuya haciendo que sus labios rozaran con los tuyos por un momento, luego posó su frente en la tuya y te miró a los ojos con expresión de dolor.
-¿Qué? -Dijiste entreabriendo tus labios.
-¿Serias capaz de clavarme esa flecha para defenderlo a él...? -Andy ladeó la cabeza y miró tus carnoso labios, al igual que tu.
-Eh... no lo sé... -Parpadeaste y otra lágrima salió de tu ojo.
-Joder... -Andy se separó de ti y se sentó en la cama apoyando sus codos en las rodillas.
-¿También te ha molestado mi respuesta? -Preguntaste acercándote a él un paso.
-Sabes que yo daría la vida por ti... y me duele que estés dudando entre él y yo...
-¡¿Que dices?! ¡Yo te quiero a ti! Y se lo dije bien claro... solo que... vinimos a practicar y no a pelear... -Te abrazaste a ti misma.
-¡¡¿Y por qué no lo detuviste a él?!! -Te gritó volviéndose a levantar de la cama y acercándose a ti.
-Estaba buscando el momento oportuno.... -Le contestaste bajando la cabeza.
Levantaste la cabeza y viste que una lágrima caía por el bello rostro de Andy.
Tu lo abrazaste sin tener respuesta alguna.
-Por favor, Andy... no llores... -Lo apretaste más contra ti.
De repente sentiste como Andy te abrazaba fuertemente y te daba un pequeño beso en la frente.
-¿Por qué coño es tan difícil enfadarse contigo? -Sollozó Andy.
-Lo siento... -Hundiste la cara en el pecho de Andy.
Andy te cogió en volandas y te pegó a la pared.
-No me vuelvas a apuntar con nada en tu vida... o lo pagarás... -Te susurró Andy al oído.
-¿Qué me harías? -ladeaste la cabeza y le limpiaste delicadamente con la yema del dedo la lágrima que yacía en la mejilla de Andy.
-Esto... -Andy lamió tu mejilla, luego pasó su lengua por tu boca llevándose una pequeña lágrima- O esto... -Te mordió el labio delicadamente -O quizá esto... -Por último te empezó a besar la mejilla, poco a poco se colocó en tu oreja y la mordió, luego la besó haciendo que jadearas.
-Lo siento... no lo volveré a hacer... lo juro... -Le sonreírte.
-Espero que así sea... -Andy te tumbó en la cama y te empezó a llenar con sus dulces besos mientras te desnudaba lentamente.

Capítulo 12º.






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Ahora estabas en la casa de Andy, en su jardín trasero junto con Andy y... aunque me cueste decirlo, también estaba Christian.
Habíais quedado para que practicaseis todos juntos.
Andy se encontraba a tu lado tomando tu mano, y Christian fulminaba a Andy con la mirad a unos pasos de ustedes.
-A ver que más tonterías le enseñas a MI NOVIA -Dijo Andy añadiendo énfasis a la palabra novia.
-Pues con las tonterías que dices que le enseño a ______(tn) podrían matarte en un abrir y cerrar de ojos -Christian le guiñó el ojo a Andy.
Andy muy serio se acercó a Christian y lo empujó con el pecho.
-¿Quieres que lo probemos? -Le dijo agarrándolo de la chaqueta que llevaba.
-Cuando quieras, demonio... -Christian apretó las manos de Andy haciendo que crujieran.
-¡Basta ya! -Gritaste.
Andy le propinó una patada en la entrepierna a Christian, el cual cayó de rodillas a suelo.
-¿Allí en el cielo no tenéis a putillas vestidas de blanco que os arrebaten la virginidad? -Le dijo Andy riendo.
-En el cielo tenemos mejores cosas que hacer a parte de estar perdiendo el tiempo copulando... -Dijo Christian levantándose del suelo lentamente.
-¿Mejor que follar?... ¡Jum! ¡LO DUDO! -Andy ladeó la cabeza y se cruzó de brazos.
Christian levantó los dos brazos en dirección a Andy y cuando levantó los dedos índice y corazón, Andy salió disparado por los aires, dando a para contra un tronco de un gran sauce.
-Deja de decir blasfemias... -Susurró Christian bajando los brazos.
Andy se levantó del suelo y empezó a aplaudir.
Dando un gran salto se colocó de nuevo en frente de Christian.
-¿Eso es lo único que sabes hacer, saco de plumas? -Dijo Andy muy lentamente e inmediatamente sus ojos se tornaron de negro y Christian cayó al suelo con las manos en la cabeza.
-¡Para! ¡¡Andy, para!! -Gritaste y te acercaste a Andy corriendo.
Andy te ignoró y apretó la mandíbula, Christian soltó un gran alarido de dolor.
Inmediatamente cogiste una flecha y la colocaste en tu arco, apuntaste a Andy a la cabeza.
-¡No te lo repito más! ¡Para o te meto esta puta flecha en la sien! -Hiciste ademán de soltar la flecha y de repente Andy te miró. Christian quedó liberado.
Te observó serio.
-¿Serías capaz de matarme por él...? -Te preguntó entornando los ojos.
Bajaste la flecha.
-Debía hacer algo para que parases... -Lo miraste.
-No me lo esperaba de ti... -Te dijo y escupió a tus pies, luego se fue dándote un golpe en el hombro con el suyo.
-Andy... -Te diste la vuelta y lo cogiste de la muñeca, él se zafó de tu agarre con una fuerte sacudida.

Capítulo 11º.





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Los días sucesivos pasabas la mayoría de horas con Andy, habías dejado de hacer footing y de ir a nadar, pero seguías en perfecto estado de linea.
Ahora te encontrabas tirada boca abajo en la cama de Andy, Andy estaba explicándote no se qué de cómo matar a los ángeles con un conjuro o algo así, tu no le prestabas la menor atención, estabas reventada, desde esta mañana estabas aprendiendo llaves para luchar y más trucos de ángel, al igual que trucos para demonio, había sido un día demasiado largo.
-¿Lo has entendido? -Te miró.
-Si... lo entendí todo... -Ironizaste.
-¡Pero qué coño te pasa! -Gritó molesto.
-¡Estoy cansada, Andy! ¡ya basta por hoy! -Le gritaste casi sin fuerzas.
-¡Esta bien! -Se sentó en el suelo echado en la pared y observándote. -¿Por qué estás de mala leche?
-Simplemente estoy agotada, Andy...
-¿Puedo hacer algo por ti? -Se levantó y se sentó a tu lado en la cama.
-No... tranquilo, cariño -Lo miraste y lo besaste en la boca, te volviste a acostar.
-¿Por qué no te pones cómoda? -Te dijo mientras te quitaba los zapatos.
Te levantaste de la cama y te desnudaste, quedando solo en ropa interior, luego te volviste a acostar boca abajo.
-¡_______(tn)! -Te llamó.
-¿Qué...?
-¡Te ha salido un tatuaje chulísimo! ¡es la ostia! -Dijo tocándote la espalda delicadamente con la yema de los dedos.
-¿Cómo que un tatuaje? -Te levantaste de la cama corriendo y te miraste al espejo, el tatuaje era sí:



-¡Wow! -Dijiste mientras te lo tocabas. 
-¡Me gusta mucho! -Dijo Andy sonriente.
-¡Y a mi! -Exclamaste.
-Tiene una estrella igual que la mía.
-Y una cruz igual que la de Christian, pero la de Christian no es roja... -Ladeaste la cabeza y te acostaste de nuevo en la cama.
Andy se sentó a tu lado.
-Deberías descansar un poco... -Te acarició el pelo.
-Creo que si... -Le besaste la mano.
Andy te sonrió.
-Has dado un gran cambio desde que te conocí hasta ahora... cuando apenas te conocía, no sonreías, ni casi hablabas... eras súper tímido... -Le sonreíste. -Y ahora... eres un completo demonio -Bromeaste.
-No me puedo mostrar tal y como soy delante de los humanos. ¿por qué te crees que nadie me habla? Justamente es eso lo que yo quiero, no se lo que ocurriría si me enfadase con uno de esos jugadores de baloncesto que tanto os gustan a las estudiantes... creo que les podría arrancar la cabeza delante de todos... y eso es lo que intento evitar... -Te  sonrió dulcemente.
-¿Y no te daba miedo arrancármela a mi? -Le preguntaste mirándolo a los ojos.
-Contigo es diferente, ________(tn)... 
-¿Por qué?... yo era una humana como las demás... 
-Es que... es que yo era capaz de arrancarme la cabeza a mi mismo antes de arrancarte un solo pelo a ti... teniendo en cuenta que tampoco era que hablase mucho contigo... aunque siendo honesto... aprovechaba la mínima oportunidad para acercarme a ti...me encantaba cuando te ruborizabas cada vez que te tocaba, ¡y la vez que te besé! -Andy soltó una carcajada -Te quedaste como un verdadero tomate, me encantaba... -Andy sonrió.
-¡Es que no me lo podía creer! -Le diste una suave palmadita a Andy en el pecho. -A demás me gustabas mucho... me parecías súper atractivo y... ¡bueno! ¡Nunca me hubiese imaginado así contigo! -Reíste.
-¡Huy pues si yo te cuento como te imaginaba conmigo! -Rió pícaro. -Mejor me lo reservo...
-Si, si mejor... -Reíste.
-Pero vamos que algún día probaremos algo... -Te guiñó el ojo.
-¡No sé, no sé...! ¡me da miedo! -Bromeaste.
-No debes tener miedo, pequeña, sería incapaz de hacerte daño... como mucho se lo haría al gilipollas de naturales... -Rió.
-¿Por qué lo odias tanto?
-¡Me suspendió! -Rió a carcajadas.
-¡Pues haber estudiado! -Le regañaste con el dedo alzado.
-No tenia ganas... -Andy se rascó la nuca y rió a carcajadas.
Tu echaste la cabeza en el regazo de Andy.
-¡Bago! -Exclamaste.
-¿Me llamas bago? ¿¡He estado estudiando lo mismo unos treinta años y me llamas vago!? -Andy te miró y te mordió la nariz.
-Auch... -Bromeaste.
Andy rió.
Y tu le diste un dulce beso en la boca.

jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 10º



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Te encontrabas en casa de Christian, él también tenía un jardín en la parte trasera de su casa, aunque mucho más pequeño que el de Andy, debido a que el de Andy estaba conectado al bosque.

-Así que eres mitad ángel... ¡Es estupendo! -Sonrió Christian -Lo que no me gusta es que también seas mitad demonio...

-A mi me gustan lo dos -Sonreíste y él también a ti.

-Bueno, ¿empezamos? -Sonrió.

-¡Claro!

-Bueno, los ángeles casi nunca peleamos físicamente, por ejemplo, intenta pegarme... -Dijo seguro y alejándose de ti un paso.

Tu alzaste el puño, pero cuando ibas a rozar su cara con él sentiste que tus músculo se engarrotaron, no podías moverte.

-¡Ostia! -Dijiste sonriente.

-¿Ves? Y no he tenido ni que tocarte. -Christian parpadeó y pudiste moverte al fin. -Bueno ¡¡empecemos!!











Después de aprender diversos trucos te dirigiste a tu casa con tu mini cooper, pero cuando entraste a casa viste a Andy sentado en el sofá del salón, cuando te vio sonrió y tu te echaste encima de él.

-¡Estoy agotada! -Lo saludaste dándole un beso en la boca.

-¿Has aprendido las gilipolleces de los ángeles? -Dijo Andy divertido.

-¡No digas chorradas! ¡Son cosas muy útiles! -Le diste una palmada en el pecho.

-Pues no se me ocurre ninguna... -Dijo mientras se encogía de hombros.

-Por ejemplo... -Te concentraste y miraste a Andy a los ojos.

Andy se puso las manos en la cabeza.

-¡Ah! ¡Para, para! ¡Ostia, puta! -Gimió Andy del dolor.

Ahora debería sentir como su cerebro se quemaba, paraste.

-¡Que putada lo de los ángeles! -Exclamó.

-Ya ves...

-¡Con lo sencillo que es pegar una patada en los cojones! -Rió Andy.

-¿Y quién no los tenga? -Ladeaste la cabeza.

-El cabezazo en la nariz nunca falla -Rió.

-Mmmm....

-¿Quieres que practiquemos? -Te propuso sonriente.

-No... estoy agotada... ¡muy agotada!...

-¡Vamos a dormir! -Exclamó sonriente mientras te cogía en volandas y te llevaba a tu habitación.

Cuando estuviste en ella, Andy te acostó en la cama y te quitó los zapatos.

-¿Qué te parece si te saltas la natación? -Te guiñó el ojo.

-Bueno... mañana dos horas para recuperar el tiempo perdido. -Suspiraste.

-¡deja de hacer esas gilipolleces! ¡Ahora tienes que ocuparte de otros asuntos, pequeña! -Andy se acostó encima de ti, como de costumbre y te empezó a besar en la boca.

-No pue... no puedo dejar... dejar la natación -Dijiste entre los besos que te daba Andy.

-Si que puedes... -Andy empezó a besarte el cuello.

-No... -Sentiste como las suaves manos de Andy abrían la cremallera de tu pantalón y se introducían dentro de tus braguitas.

-¿Sabías que tengo trucos de persuasión? -Andy te miró y te dio un dulce beso en la boca.

-Sabes perfectamente que esos no los necesitas conmigo... -Reíste.

-Lo sé... eres peor que yo... -Dijo Andy entre risitas.

-¡Nadie es tan adicto al sexo como tu! -Bromeaste.

-¡Tienes razón! -Bromeó y volvió a tu cuello.

-Claro que la tengo... -Reíste.

-Te amo, pequeña... -Andy empezó a acariciar tu feminidad delicadamente.

-Y yo a ti, cariño -Jadeaste.

Andy te mordió el labio sensualmente e introdujo sus dedos dentro de ti.

-También tengo trucos para sentir placer cuando soy yo el que lo estoy dando... -Te dijo mientras te sonreía pícaro y aumentaba el ritmo.

Tu solo gemiste.