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Te encontrabas en casa de Christian, él también tenía un jardín en la parte trasera de su casa, aunque mucho más pequeño que el de Andy, debido a que el de Andy estaba conectado al bosque.
-Así
que eres mitad ángel... ¡Es estupendo! -Sonrió Christian -Lo que
no me gusta es que también seas mitad demonio...
-A
mi me gustan lo dos -Sonreíste y él también a ti.
-Bueno,
¿empezamos? -Sonrió.
-¡Claro!
-Bueno,
los ángeles casi nunca peleamos físicamente, por ejemplo, intenta
pegarme... -Dijo seguro y alejándose de ti un paso.
Tu
alzaste el puño, pero cuando ibas a rozar su cara con él sentiste
que tus músculo se engarrotaron, no podías moverte.
-¡Ostia!
-Dijiste sonriente.
-¿Ves?
Y no he tenido ni que tocarte. -Christian parpadeó y pudiste moverte
al fin. -Bueno ¡¡empecemos!!
Después
de aprender diversos trucos te dirigiste a tu casa con tu mini
cooper, pero cuando entraste a casa viste a Andy sentado en el sofá
del salón, cuando te vio sonrió y tu te echaste encima de él.
-¡Estoy
agotada! -Lo saludaste dándole un beso en la boca.
-¿Has
aprendido las gilipolleces de los ángeles? -Dijo Andy divertido.
-¡No
digas chorradas! ¡Son cosas muy útiles! -Le diste una palmada en el
pecho.
-Pues
no se me ocurre ninguna... -Dijo mientras se encogía de hombros.
-Por
ejemplo... -Te concentraste y miraste a Andy a los ojos.
Andy
se puso las manos en la cabeza.
-¡Ah!
¡Para, para! ¡Ostia, puta! -Gimió Andy del dolor.
Ahora
debería sentir como su cerebro se quemaba, paraste.
-¡Que
putada lo de los ángeles! -Exclamó.
-Ya
ves...
-¡Con
lo sencillo que es pegar una patada en los cojones! -Rió Andy.
-¿Y
quién no los tenga? -Ladeaste la cabeza.
-El
cabezazo en la nariz nunca falla -Rió.
-Mmmm....
-¿Quieres
que practiquemos? -Te propuso sonriente.
-No...
estoy agotada... ¡muy agotada!...
-¡Vamos
a dormir! -Exclamó sonriente mientras te cogía en volandas y te
llevaba a tu habitación.
Cuando
estuviste en ella, Andy te acostó en la cama y te quitó los
zapatos.
-¿Qué
te parece si te saltas la natación? -Te guiñó el ojo.
-Bueno...
mañana dos horas para recuperar el tiempo perdido. -Suspiraste.
-¡deja
de hacer esas gilipolleces! ¡Ahora tienes que ocuparte de otros
asuntos, pequeña! -Andy se acostó encima de ti, como de costumbre y
te empezó a besar en la boca.
-No
pue... no puedo dejar... dejar la natación -Dijiste entre los besos
que te daba Andy.
-Si
que puedes... -Andy empezó a besarte el cuello.
-No...
-Sentiste como las suaves manos de Andy abrían la cremallera de tu
pantalón y se introducían dentro de tus braguitas.
-¿Sabías
que tengo trucos de persuasión? -Andy te miró y te dio un dulce
beso en la boca.
-Sabes
perfectamente que esos no los necesitas conmigo... -Reíste.
-Lo
sé... eres peor que yo... -Dijo Andy entre risitas.
-¡Nadie
es tan adicto al sexo como tu! -Bromeaste.
-¡Tienes
razón! -Bromeó y volvió a tu cuello.
-Claro
que la tengo... -Reíste.
-Te
amo, pequeña... -Andy empezó a acariciar tu feminidad
delicadamente.
-Y
yo a ti, cariño -Jadeaste.
Andy
te mordió el labio sensualmente e introdujo sus dedos dentro de ti.
-También
tengo trucos para sentir placer cuando soy yo el que lo estoy
dando... -Te dijo mientras te sonreía pícaro y aumentaba el ritmo.
Tu
solo gemiste.
wow!! me fascinan tus historiass!! son genialesss!! tanto esta como la anterior que hiciste de Andy <3 me encantaronn!! seguii asiii!! :D
ResponderEliminarYa quiero leer como siguee!!! :D
ResponderEliminarAh y te invito a mi nuevo blog!! me encantaría tener a una gran escritora como vos!!!
Continuuuaaa *-*
ResponderEliminarSiguelaaaa
ResponderEliminarQe pornosas tus novees hahaha pero asi se pone mas intresante!!! :3
ResponderEliminarQe pornosas tus novees hahaha pero asi se pone mas intresante!!! :3
ResponderEliminarTus novelas las adoro eres genial soy tu fan mi novela favorita es por casualidad xDD ñ.ñ
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