domingo, 29 de abril de 2012

Capítulo 6º.




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Los labios de Andy recorrían delicadamente la piel de tu cuello, tu sonreías.
Andy se encontraba encima de ti, acababais de venir de la universidad y os encontrabais en tu casa.
-Andy -llamaste su atención.
-¿Si? -Contestó él sin despegar sus labios de tu cuello.
-¿Cómo puedo ayudarte a matar demonios?
Andy dejó de besarte y te miró con las manos apoyadas a ambos lados de tu cabeza.
-No digas gilipolleces, ______(tn)... es demasiado arriesgado... -Te miró a los ojos muy serio.
-¡Pero puedo aprender! Si tu lo haces ¿por qué yo no? -Frunciste el ceño.
-¡Pero yo soy inmortal! -Exclamó.
-¡¿Qué mas da?!
-No me pienso arriesgar a perderte... -Desvió la mirada.
-Andy... solo enseñarme... no lucharé, lo prometo -Pusiste cara de pena.
-¿seguro que no lucharás? -Preguntó ladeando la cabeza.
-¡Seguro! -Sonreíste.
-Está bien... -Sonrió levemente y te beso en la boca.
-Vamos... no hay tiempo que perder -Le sonreíste.
Andy se levantó de encima de ti y te cogió de la mano, bajasteis hasta su coche y os dirigisteis a su casa en el BMW de Andy.
Era así:



Cuando llegasteis entrasteis en el castillo y Andy te condujo mientras agarraba tu mano hasta el salón, allí os encontrasteis con el hombre que había entrado en la habitación de Andy ayer, sus ojos eran azules y su cara estaba pintada con tiza negra, estaba sentado en un gran sillón, exactamente era así:



Al lado se encontraba otro hombre, un poco más joven que este último, era así:



Los dos te miraron de arriba a abajo y luego miraron a Andy:
-Es peligroso que la hayas traído -Dijo el primero.
-Lo sé, solo quiero enseñarle algo... -refunfuñó Andy.
-Al menos presentanosla -Dijo el otro y se acercó a ti. -Hola, preciosa, me llamo Jake -Sonrió.
-Oh. Hola -Sonreíste -Me llamo ________(tn).
-Yo soy Jinxx -Se presento el otro.
-Encantada -Lo miraste.
-Vámonos, pequeña... -Andy te rodeó con el brazo y te llevó a un armario, retiró un libro  pulsó un botón que había en el hueco donde se colocaba el libro.
El armario dio la vuelta y descubriste que por detrás había un montón de armas y algo que te llamó mucho la atención. Una arco de oro, estaba adornado con dibujos abstractos tallados en el oro. Andy cogió el arco y te lo dio.
-Este se lo robé a un ángel después de matarlo... -Andy sonrió orgulloso.
Tu miraste el arco fascinada.
-Es precioso... -Exclamaste.
-Ese lo usaba cuando tan solo tenía doscientos años -Te dijo dándote una flecha.
-¿Me enseñarás a usarlo? -Lo miraste sonriente.
-A eso vamos... -Te agarró de la mano.
Salisteis por la parte de atrás a un enorme césped.
-Intenta tirar la flecha justo allí -Señaló un árbol con un tronco muy fino. Andy se colocó detrás de ti y te agarró los dedos con delicadeza.
-Tienes que agarrarlo así... -Te ayudó. -Ahora tira suavemente hacia atrás y cuando estés preparada suelta la flecha -Te indicó.
Cuando Andy te soltó los dedos tu te concentraste en el estrecho tronco del árbol, tiraste suavemente hacia atrás y soltaste la flecha.
¡Diana!
Diste en el centro del tronco.
-¡¡Valla!! -Exclamó Andy -¡Ese tiro ha sido excelente!
-¡Gracias!  -Sonreíste.
-Una cosa más... a los demonios y a los ángeles, se les mata apuntando exactamente aquí -Apuntó con su dedo entre ceja y ceja.
-Entendido... -Sonreíste.
-Pues ya sabes lo básico para matar -Rió.
-¿Ya? -Te quejaste.
-No tiene tanta dificultad, solo requiere una gran puntería, cosa que a ti ya te sobra -Cogió el arco.
-¿Enserio? -Sonreíste.
-¡Claro! Eres casi una experta -Sonrió de medio lado.

sábado, 28 de abril de 2012

Capítulo 5º.




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Andy te introdujo en su coche y gritando desesperadamente se sacó un gran trozo de cristal del hombro.
-¡Serán mamonazos! -Gritó mientras entraba al coche y salíamos disparados.
Tu no entendías absolutamente nada, te aferraste al asiento y miraste a Andy.
-¡¿Qué esta pasando?! ¿Quién era ese... o eso? -Grité asustada.
Andy pisó el acelerador del flamante BMW y apretó el volante con sus manos mientras se rascaba la espalda llena de cristales con el asiento del coche y gemía como un loco del dolor.

Andy se metió entre los árboles y apagó las luces del coche dejándote solo viendo el precioso contorno de la cara de Andy con la luz de la luna.

-¿Que ocurre...? -Preguntaste mientras Andy agarraba tu mano con fuerza.
-________(tn)... sé que te va a parecer absurdo, pero... el tío ese que viste era... un demonio, y yo también lo soy...
-¡¿Qué estás diciendo, Andy?! -Gritaste casi al borde de las lágrimas.
-¡La verdad! -Exclamó encendiendo la lamparilla del coche y dejando ver sus ojos completamente negros, se quitó la camiseta y dejó ver en su vientre una gran estrella rodeada por un circulo, tu la tocaste.
-¡Dios mio! -Exclamaste.
-Por favor, ________(tn) no puedes contarle esto a nadie, ¿ok? -Dijo serio y apagando la luz.
-Eh... claro... 
-Y... tampoco influirá en nuestra relación ¿verdad? -Te acarició la mejilla.
-Por supuesto que no -Le besaste en la boca brevemente.
-Es que yo... te amo...
-¿Cómo puedes amarme si casi no me conoces?
-Ahí te equivocas... llevo observándote desde los 15 años... -Dijo ladeando la cabeza.
-¡¿En serio?! -Abriste los ojos como platos. -¿Cuántos años tienes?
-Dos mil quinientos nueve años... -Se rascó la nuca. -Espero que no te importe.
-¡Valla...! -Sonreíste.
-¿No me temes...? -Se miró a si mismo.
-¡Para nada! -Acariciaste su estrella y él te besó la frente.
-Eh... me alegro de ello... supongo... -Sonrió levemente de medio lado.
Tu le mordiste el labio y él empezó un nuevo beso.
-¡¡Ah!! -gritó - ¡Tengo que sacarme estos putos cristales!
-¡Claro! 
-¡Vamos...! -Andy empezó a conducir y te llevó hasta la puerta de tu casa, aparcó el coche y entrasteis en ella.
Lo condujiste  hasta tu habitación, y allí se tumbó en la cama boca abajo.
Lo miraste preocupada.
-Observa.... -Empezó a contraer los músculos de la espalda y los cristales empezaron a salir de lo más profundo de su espalda mientras que gemía por el esfuerzo.

Pronto el suelo se llenó de cristales ensangrentados, tu los recogías con cuidado y los tirabas a la papelera, mientras que Andy se levantaba y se miraba la espalda en el cristal.
-Creo que ya no hay más... -Susurró para si mismo mientras caían unas enormes gotas de sangre por su perfecta espalda.
-Estas muy herido... 
-Tranquila, pequeña... en unos segundos estarán curadas... -Se acercó a ti y te abrazó.
Sonreíste.

-Tengo una pregunta -Lo miraste.
-¿Si? -Ladeó la cabeza y subió una ceja.
-¿Quién fue el que provocó este desastre? -Lo miraste interesada, los ojos de Andy ahora se encontraban relajados y del color azul más bonito que pudiera existir.
-Fueron demonios, digamos que son los “malos” -Puso comillas con los dedos.
-Explícate -Frunciste el ceño.
-En realidad nosotros somos los malos... ellos son los que protegen a los humanos como tu -Suspiró.
-¿Tu les haces daño...? -Tus ojos se tornaron tristes.
-Bueno... yo mato a quien me molesta... y no por conveniencia... -Se rascó la nuca -Bueno... a veces mato por conveniencia... -Te miró a los ojos.
-Joder, Andy... -Te pusiste las manos en la frente y te separaste de él.
-Pequeña... nunca te haría  daño a ti... 
-¡Pero si a los que me rodean!
-¡¡Solo si te perjudican!! -Dijo Andy con cara triste y acercándose a ti con paso lento.
-Pero eso esta mal... -Lo miraste con los ojos brillantes.
-Es mi naturaleza, _______(tn)... no lo puedo evitar... lo siento -Suspiró y bajó la cabeza -A demás soy un demonio, eso es lo que hago... ¡matar! -Te miró serio.
-Esta bien, Andy... -le diste la espalda.
Él rápidamente corrió a abrazarte por detrás y te besó seguidamente en el cuello.
-Por favor... no te enfades conmigo... acepta como soy... -Te susurró al oído.
-¡Pero tu forma de ser es muy cruel!- Exclamaste mientras que sentías que Andy entrelazaba sus dedos con los tuyos.
-¡Si! ¡Lo sé! ¡¡pero me gusta ello!! estoy orgulloso de lo que soy y jamás cambiaré... -Andy se puso tenso.
-De acuerdo... -Te diste la vuelta y lo miraste a los ojos.
-Nunca permitiré que te hagan daño... mataré a cuantos haga falta... -Andy se acercó más a ti y te abrazó.

sábado, 21 de abril de 2012

Capítulo 4º.



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Te encontrabas bañándote en la piscina climatizada, cuando subes a la superficie te encuentras con Andy, el cual está parado y con las manos metidas en los bolsillos observándote, cuando  se percata de que lo estás mirando sonríe de medio lado y te saluda con la mano.
-¿Qué haces aquí? -Le preguntas sonriente mientras sales de la piscina.
-Te estaba esperando -Se acerca a ti y te planta un beso en la boca, al terminar mordió tu labio suavemente.
Sonreíste.
-¿Cómo sabias que estaba aquí? -Ladeaste la cabeza y lo miraste alegre.
-Em... yo lo sé todo de ti -Te agarró de la cintura.
-¿A si? Pero si antes no me conocías... -Ladeaste la cabeza.
-Mmmm... si bueno, dejemos el tema, es una forma de decir -Sonrió un poco.
Pasaste las manos por su nuca y Andy te volvió a besar.
-Bueno... será mejor que te cambies si no quieres resfriarte -Te advirtió serio de nuevo.
-Si... será mejor -Te dirigiste a los vestuarios.

Te cambiaste y saliste del vestuario mientras te secabas el pelo con tu toalla rosa pastel.
Observaste que Andy te esperaba sentado en las gradas con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, cuando te vio se levanto.

Montasteis en el BMW negro de Andy  y emprendisteis el camino.
-Oye, ______(tn) -Te llamó.
-¿Si? -Lo miraste interesada.
-¿Te gustaría venir a mi casa? -Te miró.
-Em... ¡vale! -Sonreíste.
Como respuesta Andy te besó a mejilla y  siguió el camino.
Llegasteis a un enorme castillo abandonado a las afueras de la ciudad:



Andy abrió la puerta y te dejó pasar con un gesto que hizo con la mano.
-Adelante -Te abrió paso.
-Gracias -Entraste y Andy fue detrás.
La casa era enorme, pero muy muy oscura, estaba decorada con un estilo satánico, había carabelas y vudú por doquier y las lámparas eran gigantescas viudas negras (arañas).
Subimos unas espeluznantes escaleras y entramos a una inmensa habitación, no tan terrorífica.
Las paredes yacían pintadas de negro con cuadros blancos, la cama, colocada en el centro de la habitación y con forma esférica tenía unas hermosas sábanas blancas con muñecos de Drop Dead dibujados en blanco.
Tenía un enorme armario color negro, al cual él lo había decorado con toda clase de grafitis de carabelas, molaba mucho.

Andy  se dejó caer en la pared y observó como mirabas la habitación fascinada mientras te sentabas en la cama.
Andy dejó caer la cabeza hacia atrás dejando escapar un largo suspiro.

-¿Estás bien? -Lo miraste preocupada.
-Si... tranquila... solo estoy cansado... -Te miró y te guiñó el ojo, tu sonreíste ampliamente. -Hay que ver, _______(tn)... eres hermosa de veras.... -Ladeó la cabeza y observó como te ruborizabas.
-Gracias... -Le dijiste sonriente.
Andy se acercó a ti a paso lento con las manos metidas en los bolsillos, se sentó a tu lado y te acarició suavemente el moflete. Sonrió.
Tu miraste sus carnosos y rosados labios, deseabas acariciarlos y besarlos.
Andy se acercó más a ti y te besó en los labios dulce y apasionadamente, haciendo que vuestras bocas tuviesen ganas de más, sus labios mojaban los tuyos delicadamente, mientras que sus manos te agarraban de la cintura.
Andy te miró a los ojos, te agarró de la cintura y te colocó en su regazo, con las piernas colocadas a ambos lados de su cintura, y otra vez empezó a besarte delicadamente, haciendo que tu piel se pusiese de gallina, la cual Andy acarició con sus suaves dedos.

Andy colocó las manos en tus hombros e introdujo sus dedos por tu camiseta y empezó a besarte el hombro, más tarde el cuello, haciendo que cada vez que sus labios rozaban tu piel un choque eléctrico recorriese tu cuerpo suavemente.
De repente y sin avisar Andy te agarró bruscamente te la cintura y te pegó de la pared haciendo que te golpearas en la espalda con ella, Andy hizo un escudo con su cuerpo y de repente oíste un estruendo, como si un grupo de cristales se rompieran, Andy gimió del dolor, cuando lo miraste, pudiste observar con terror que los ojos de Andy estaban completamente negros, no quedaba nada de blanco ni de azul en aquellos hermosos ojos que ahora te miraban.
Andy tenía los dientes apretados y los puños cerrados por detrás de tu espalda.
-¡¡¿Qué coño pasa aquí?!! -Dijo un hombre que de repente entraba en la habitación y, abriendo la boca, enseñó unos afilados y grandes colmillos que relucieron en la luz de la luna- ¡¡llevatela de aquí enseguida!! -Gritó.
Andy te cogió en volandas y salió corriendo más rápido que un humano normal, tu agarraste su cuello con fuerza y hundiste tu cara en su pecho.

sábado, 7 de abril de 2012

Capítulo 3º.



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Saliste de la ducha, acababas de venir de hacer una hora y media de footing, te secaste y te pusiste esto:



Y te dirigiste a la universidad. Cuando llegaste a clase te sentaste en  el mismo sitio de ayer, enseguida Andy se sentó a tu lado. Hoy llevaba también la ropa completa de color negro, pero el crucifijo que llevaba ayer en la oreja, hoy lo había remplazado por una pequeña pluma, se veía genial.

-Hola -Lo saludaste.
-Hola... -Te miró y sonrió levemente.

Andy clavó sus ojos en ti y no los despegó hasta que el profesor de matemáticas le preguntó:
-Señorito Biersack, ¿cual es la respuesta a esta ecuación de segundo grado?

Te quedaste con la boca cuando Andy sin inmutarse dijo la respuesta de la larguísima ecuación sin tan siquiera echarle un vistazo.
El profesor se quedó en estado de shock, cuando reaccionó se dio la vuelta y empezó a hacer la ecuación, a los cinco minutos dio la respuesta que justamente dijo Andy.
-Es correcto, Biersack -Le sonrió.
-Claro que si... -Susurró él para si mismo.
-¡Wow! Andy, ¿Cómo hiciste eso? -Lo cogiste del brazo.
-Em... calculando -Andy te miró serio y se encogió de hombros.
-Es increíble... -Susurraste.
-No... no es nada del otro mundo -Cogió su bolígrafo negro y escribió algo en su libreta.
Apoyaste tus codos encima de la mesa y te echaste el flequillo hacia un lado, suspiraste.
-Mira... te enseñaré como lo hice... -Dijo Andy acercándote su libreta para que pudiera explicarte y empezó a escribir rápidamente una enorme ecuación de segundo grado- verás... 


Te encontrabas en la cafetería tomándote un zumo de naranja, cuando de repente te tocaron el hombro.
Cuando te diste la vuelta, viste que era Andy, el cual le dio un bocado a su manzana roja.
-Hey, hola -Sonreíste y te echaste hacia un lado para que se sentara.
Andy se sentó a tu lado.
-Hola – Le dio otro bocado a la manzana. 
Cuando miraste hacia un lado creíste ver a Christian, él te miró a ti y se dirigió donde estabas.
-¡________(tn)! -Exclamó mientras te abrazaba.
-¡Hola! -Sonreíste.
Christian miró a Andy muy seriamente, como intercambiándose pensamientos, Andy parecía un tanto enfadado, le dio otro bocado a la manzana mientras apartaba la vista de Christian.
-Eh... ¿Puedo hablar contigo? -Dijo Christian cogiéndote del brazo y alejándote de la mesa de donde estaba Andy.
-¿Si? -Le dijiste cuando te encontrabas fuera de la cafetería.
-¿Por qué sales con ese tipo? -Dijo un tanto molesto.
-¿Andy? ¿Qué tiene de malo? -Encogiste los hombros.
-¡Es peligroso, _______(tn)! ¡Te puede hacer daño! -Exclamó.
-¿Qué estas diciendo? ¡Es absurdo! ¡Andy es mi amigo! -Te molestaste un poco.
-Te lo advierto, _______(tn) ¿O que no viste como se alejan de él por los pasillos?
-¡Ya basta! No quiero escuchar nada más... -Te fuiste a sentar al lado de Andy.
-¿Qué decía ese tío de mi? -Suspiro.
-Nada... olvídalo... -Le diste un trago a tu zumo.
Andy te miró y tu lo miraste. Le sonreíste dulcemente.
De repente Andy posó sus manos en tu nuca e inclinándose hacia delante te dio un dulce beso en los labios. Tu te quedaste sorprendida. Lo mirabas sonrojada.
-Me tengo que ir -Andy te dio otro breve beso y te sonrió ampliamente dejando ver unos perfectos dientes, su sonrisa era súper dulce.
Se echó su cartera al hombro y se marchó.

viernes, 6 de abril de 2012

Capítulo 2º.





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Te encontrabas en tu casa, preparándote para irte a nadar un rato, mientras que preparabas la mochila mirabas tu libreta color azul pastel, la que hace unas horas Andy había recogido para entregártela personalmente, dejaste lo que estabas haciendo y te acercaste a ella, la tomaste entre tus manos y la observaste, haciendo que recordaras aquellos preciosos ojos que no paraban de mirarte con expresión triste y aburrida. Aquel chaval era bastante raro, nada comparado con los otros chicos con los cuales habías salido y hablado antes...
Sacudiste la cabeza y soltaste la libreta, seguiste arreglando tu mochila, te la echaste al hombro y cogiste la llave de tu pequeño mini cooper, saliste de tu casa y montaste en él, te dirigiste hacia la piscina.


Al llegar a la piscina entraste a los vestuarios y te desnudaste quedándote en bañador, saliste de los vestuarios y cuando abriste la puerta para entrar a la piscina climatizada, golpeaste a alguien, rápidamente saliste corriendo a socorrerlo.

-¡Auch! -Se acarició la cabeza.
-¡Lo siento! -te acercaste a él y le tendiste la mano para que se levantara.
-Eh, no pasa nada -Sonrió.

Era un chaval muy lindo, tenía el pelo largo pero se ponía una venda negra en la frente, sus ojos eran color miel y tenía una hermosa sonrisa, era así:




Sonreíste.

-¿Has venido a bañarte? -Preguntó sonriendo.
-Si, vengo todos los días -Contestaste mirando a la piscina.
-¿De veras? ¡Yo también!, aunque suelo llegar unas horas antes, hoy es la excepción -Explicó.
-Ams... ¡Que bien! -Reíste.
-¿Vamos? -Señala a la piscina.
-¡Por supuesto! -Te dirigiste hacia el filo de la piscina y os tirasteis los dos a la vez de cabeza.
Salisteis a la superficie y os mirasteis sonrientes.
-Por cierto, no me has dicho como te llamas -Dijo apoyándose en el filo de la piscina.
-Em... no, es verdad, me llamo _______(tn) encantada -Le tendiste la mano.
-Yo Christian -Sonrió también y te estrechó la mano.
-Encantada -Le apretaste la mano amistosamente.
-Lo mismo digo -Dijo sonriente.

jueves, 5 de abril de 2012

Capítulo 1º.



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Hoy era tu primer día de clase en la universidad, la verdad es que estabas bastante nerviosa, entraste a clase y te sentaste en una de las sillas del fondo, todo el mundo estaba en clase, cada uno sentados en mesas de dos, tu te encontrabas sola, también en una mesa para dos. 
De repente un chaval alto y completamente vestido de negro se acercó a tu mesa con las manos metidas en los bolsillos y con mirada indiferente te dijo:
-¿Puedo sentarme contigo? -Dijo en tono serio y mirándote con sus penetrantes ojos azules, los cuales estaban perfilados con lápiz de ojos negro.
-Eh... claro -Dijiste mirándolo y sonriendo amablemente.
-Gracias -Dijo secamente.
Al sentarse a tu lado su aroma fresco llegó hasta tu olfato, haciendo que te sonrojaras.

El pelo del chaval era color negro, le llegaba hasta los hombros y estaba cortado a capas, se encontrada un tanto escarpado, su cuerpo era delgado, pero un tanto atlético, en su labio lucía un precioso piersing negro en el lado izquierdo, y de su oreja derecha colgaba un crucifijo de diamantes. Te pareció muy atractivo.
Él era así:


Un profesor un tanto regordete entró en clase y el chaval que se encontraba a tu lado dio un largo suspiro y colocó sus manos por detrás de su nuca, después creíste oír que susurró:
-Capullo...



A la hora de comer saliste de clase a paso lento y cuando ibas por el pasillo alguien te interrumpió dándote unos pequeños golpecitos en el hombro.
Cuando te diste la vuelta te quedaste sorprendida, pues era el misterioso chaval que se sentó a tu lado.
Te miró y sacó algo de su mochila negra.
-Eh... te olvidaste esto... en clase -Dijo rascándose la nuca y mirándome serio mientras te pasaba una libreta color azul pastel.
-¡Oh! Mi libreta de Ciencias... em... muchas gracias -La tomaste entre tus manos y le sonreíste.
-No hay de qué... -Dijo en tono aburrido y dándose la vuelta para marcharse.
-Hey... espera -Lo cogiste del brazo y lo volteaste, notaste que sus ojos estaban un poco más oscuros que hace un instante.
-¿Qué? -Parpadeó.
-Em... quisiera saber tu nombre... -Le sonreí.
-Andy... Andy Biersack... -Esta vez se dio la vuelta y se fue sin decir nada más.
-Andy... Biersack... -Susurraste para ti misma.

miércoles, 4 de abril de 2012

·Introducción·

Eras una chica muy responsable, los estudios te importaban bastante, tu vida era un poco aburrida, debido a que todos los días hacías exactamente lo mismo. Te levantabas a las cinco de la mañana, te vestías con ropa deportiva y salías a correr, a las seis volvías a casa, te duchabas y te dirigías a clase hasta las tres del medio día, luego te pasabas la tarde estudiando y por la noche te gustaba ir a la piscina climatizada. Esa era tu vida.


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Cada capítulo irá acompañado de un vídeo musical para que les ambiente :) No están obligados/as a escucharlo, pero yo lo recomiendo :D